sábado, 31 de enero de 2009

EL DIPUTADO


Título original: El diputado
Director: Eloy de la Iglesia
Año: 1977
País: España
Duración: 116'
Guión: Eloy de la Iglesia y Gonzalo Goicoechea
Fotografía: Antonio Cuevas
Productora: Fígaro Films / UFESA
Intérpretes: José Sacristán (Roberto Orbea), Maria Luisa San José (Carmen), Ángel Pardo (Nes), José Luis Alonso (Juanito), Agustín González (Carrés), Enrique Vivó (Moreno Pastrana).
El Diputado es una de las películas más llamativas de la Transición española, primero por su escándalo, fue calificada S, y segundo porque es un exelente ejemplo de cine de ficción en el que la Historia juega un papel clave como marco de la trama.
Narra la historia de Roberto Orbea, abogado del clandestino Partido Comunista que con la legalización del mismo adquiere acta de diputado tras las primeras elecciones democráticas y cada vez mayor peso dentro del partido. Sin embargo una faceta de su vida permanece clandestina: su condición de homosexual, fuente de problemas por ser práctica perseguida durante la Dictadura, y fuente de problemas en Democracia por poner en riesgo su carrera en una sociedad no preparada para aceptar públicamente semejante tendencia. Todo se complica cuando el diputado acentúa su gusto por los jovencitos y entabla una relación amorosa con uno de ellos. Entra entonces en juego un grupo ultraderechista que planea implicar a Orbea en un escándalo para arruinar su carrera política, ultrajar al partido y demostrar "qué tipo de gente" puede llegar a tener competencias públicas con el aperturismo y la democracia.
El drama central de la película, el hecho de que la ley puede cambiar de la noche a la mañana la situación de ciertas personas, pero no hacer que una sociedad prejuiciosa haga lo mismo a gran velocidad, está encajado en un período clave de la Transición. Así la historia de Orbea recorre los últimos tiempos de Franco hasta después de las primeras elecciones, y podemos ver reflejados en la pantalla momentos de reminiscencia al Proceso de Burgos (situando a Orbea como abogado defensor), los días en que Carabanchel era poblado por etarras, homosexuales, criminales comunes y presos políticos (Juan Antonio Bardem hace un cameo interpretándose a sí mismo como preso del Partido Comunista), la época de los pisos francos y el refugio de correligionarios clandestinos, las primeras apariciones públicas del líder del partido (el personaje de Enrique Vivó evoca muy claramente a Santiago Carrillo) y hay incluso reflexiones sobre la violencia política y el cambio de sentido del terrorismo antes y después de la muerte del dictador y la ley para la amnistía política.
Pero también se reflejan las actividades de la ultraderecha, aquella que optó por el involucionismo y la "provocación al golpe de estado", o sea, el empleo de la táctica que en Italia fue calificada como "estrategia de tensión" durante los años de plomo y que perseguía, mediante algaradas, agresiones, tumultos, atentados y asesinatos generar un clima social insostenible que provocase una intervención militar (en Italia para frenar el ascenso del PCI, en España para mostar el gran error que suponía legalizar el PCE y parar el proceso democrático). El personaje de Agustín González no solamente comparte cierta similitud física con uno de los prebostes del régimen franquista, Juan García Carrés, luego conspirador constante hasta su procesamiento por el 23-F, sino que incluso porta el mismo apellido que este en la película. Junto a él se puede llegar a ver a un personaje muy indentificable con Blas Piñar e incluso se cuidó el detalle de situar en su grupo a un matón con acento argentino, algo perfectamente verosímil, ya que, como se ha demostrado con el paso del tiempo, miembros de la siniestra Triple A argentina colaboraron dentro del entramado Cóndor, junto a ultras italianos, ex-agentes de la CIA y otros miembros de las fuerzas de seguridad de las dictaduras sudamericanas de los setenta, en sus actuaciones en el extranjero, incluyendo Europa y España, donde se llegó a formar un grupo de acción terrorista con el mismo nombre (aunque distinto significado: Alianza Anticomunista Argentina frente a Alianza Apostólica Anticomunista). Se ven algaradas callejeras, las famosas palizas durante la pega de carteles electorales, la conspiración, la connivencia de las autoridades aún por reciclar, la pistola bajo la americana...
Y por si esto fuera poco, el director, impasible el ademán, se las apaña para ser fiel a su tradicional estilo sórdido de hacer cine, tan rompedor para la época, al retratar el submundo en que se movía la homosexualidad, pero también otras actividades que permanecían ocultas bajo el asfalto del cinismo patrio de la buena moral, y no es descabellado identificar primeros despuntes de un mundo que quería romper lo viejo, en lo moral, lo cultural y lo artístico, y que acabaría eclosionando con lo que se catalogó de modo genérico como la Movida.


Primeros compases de la película en que Orbea narra sus inicios y aparece en el tribunal del Proceso de Burgos.

viernes, 23 de enero de 2009

KZ

Título original: Kz
Director: Rex Bloomstein
Fotografía: Alexander Boboschewsky
Montaje: Richard Rhys Davies
Año: 2005 (estreno 2006)
Duración: 98'
País: Reino Unido
Producción: Rex Bloomstein
Protagonistas: Harald Brachner, Florian Panhoelzl, Michael Gstoettenmayr, Florian Lengwin, Klemens Knopp.
Premios: Premio del Público en el Festival de Amnistía Internacional (06), Nominada al Gran Premio del Jurado del Festival de Sundance (06).


Kz es un documental sobre Mauthausen, uno de los campos de concentración más espantosos de la Alemania nazi, pero no un documental al uso. Bloomstein no utiliza imágenes de archivo, ni ejecuta reconstrucciones dramatizadas, ni tan siquiera hay testimonios de supervivientes. La técnica es diferente. Imaginemos que nos presentamos allí con una cámara y son los propios guías del campo quienes nos enseñan Mauthausen y nos cuentan su historia, imaginemos que le pedimos opinión a los visitantes, imaginemos que entrevistamos a los lugareños que viven en los aledaños, ya sean ancianos o jóvenes. Así se desarrolla Kz.


De este modo el documental se convierte en un ejercicio de lecciones sobre la memoria, de como las atrocidades cometidas su lugar de trabajo afectan psicológicamente a los guías, a los estudiantes de visita escolar y a los paisanos del lugar y como cada uno de ellos desarrolla sus mecanismos de defensa ante estos fantasmas del pasado o, incluso, se pierden en un torrente autodestructivo. En esta galería de protagonistas reales veremos un guía obsesionado por saber y transmitir el horror hasta el punto de su propia defenestración psicológica, otro, joven, escalofriante, que trata de navegar en el pasado de un abuelo que participó en la barbarie nazi, adolescentes conocedores del pasado que se vienen abajo al pisar físicamente el lugar del crimen, vecinos que eluden el tema en sus relaciones cotidianas, o se toman a broma la identidad del ocupante de su casa en aquel tiempo, incluso aparece un grupo de ancianitas que no pueden más que recordar con humor a los apuestos soldados que frecuentaban el lugar en los años de su juventud, pero que aún guardan ciertas posturas de justificación de la venida del nazismo a Austria. En el cuidado de esta memoria ineludible para cualquier nación que quiera superar su pasado terrible, y a la vez pasar página sin correr el riesgo a repetir errores, es aleccionador asistir a una visita de un grupo de militares, de uniforme, que como parte de su adiestramiento incluyen este ejercicio, como medio para conocer el precio de no defender la democracia.

Intercalando estas entrevistas los guías narran el proceso que sufrían los presos desde su entrada al campo hasta su muerte, configurando así un documental que, en color, instalado e el hoy, sin mostrar una gota de sangre o una imagen de archivo con un rostro demacrado o un cadáver, nos sacude un puñetazo en el estómago, demostrando que la mera palabra puede transvasarnos al horror y a la depravación humana más absoluta. El único pero el hecho de que, al no estar incluído en la visita del día del rodaje, no aparece la famosa escalera en la que murieron, cargando piedras de cincuenta kilos, miles de presos. Pone la piel de gallina, uno de los documentales más brutales sobre el nazismo.

miércoles, 21 de enero de 2009

MISSING (Desaparecido)



Título original: Missing
Director: Constantin Costa-Gavras
Año: 1982
País: Estados Unidos
Duración: 122'
Guión: Donald E. Stewart y Constantin Costa-Gavras (basado en la novela de Thomas Hauser)
Música: Vangelis
Fotografía: Ricardo Aronovich
Productora: Universal Pictures
Intérpretes: Jack Lemmon, Sissy Spacek, Melanie Mayron, John Shea, Charles Cioffi, Richard Bradford, Janice Rule, David Clennon y Jerry Hardin
Premios: Oscar al mejor guión adaptado (4 nominaciones). Palma de Oro de Cannes y premio al mejor actor (Jack Lemmon)





Costa-Gavras, director habitual de películas de contenido político, especialmente preocupado por los golpes de estado militares, aborda en esta ocasión los días posteriores a la insurrección que derribó a Salvador Allende en Chile. La película se centra en la desaparición y búsqueda de un periodista norteamericano por parte de su esposa y su padre.

En este viaje se retrata el clima de miedo y persecución en las calles de Santiago, el toque de queda, los secuestros domiciliarios en mitad de la noche, las detenciones callejeras y el infierno de los centros de detención improvisados, como fue el Estadio Nacional. Se dibuja además un choque ideológico y generacional entre el personaje de Sissy Spacek y el de Jack Lemmon. Ella, esposa del desaparecido, evoca aquella juventud occidental idealista de los años sesenta y setenta, próxima al marxismo, aquella generación norteamericana opuesta a la guerra de Vietnam y el imperialismo. El, padre, aparece configurado como icono del hombre maduro tradicional, religioso y conservador, creyente en el "enemigo exterior" y en la irresponsabilidad de los jóvenes utópicos. Ambos chocarán frontalmente en un inicio, pero poco a poco la película narrará la pérdida de la inocencia del padre, a base de flash-backs que reconstruyen los últimos pasos del hijo desaparecido se irá descubriendo la implicación de la CIA, y la embajada de Estados Unidos, por órdenes directas de Washington, en la trama golpista y en la desaparición del protagonista, rompiendo así en el personaje de Lemmon una serie de principios y seguridades de su propia mentalidad, que le harán renegar de todo aquello en lo que antes confiaba con respecto a su país al descubrir las cloacas de la diplomacia y la política internacional.

Figura entre aquellos títulos que hasta hace poco tiempo estuvieron prohibidos en Chile, incluso después del final de la dictadura. Es sin duda uno de los mejores títulos del director greco-francés y cuenta con un Jack Lemmon espectacular. Sobre el rigor de lo que muestra, al margen de estar basado en una historia real, la coincidencia es unánime sobre su veracidad histórica.




En este fragmento podemos ver la llegada de Lemmon a Santiago, sus primeros roces con la Spacek y la primera reunión con el embajador y autoridades USA.